Que hay cambio climático en la tierra es algo que hemos sabido hace miles de años. De hecho, el clima terrestre siempre ha estado cambiando de forma natural desde que se formó el planeta hace ya unos 4.500 miles de millones de años. Desde hace ya varias décadas también sabemos, y cada vez con más detalle, que el clima de la tierra cambia, pero no solo por causas naturales, sino por la actividad humana. Ese dato no es nuevo, ya lo anticipó y plasmó en un informe un grupo de renombrados científicos hace 40 años. Basándose en los valores de concentración de gases como el dióxido de carbono, que ya entonces aumentaban año tras año, hicieron predicciones bastante exactas de como sería el clima hoy.
El informe se presentó en Julio de 1979 en el Woods Hole Oceanographic Institution (Massachusetts, Estados Unidos) y se conoce hoy como el Charney Report en honor a unos de los científicos que lo lideró, Jule Charney. La primera sesión sobre dióxido de carbono y clima que reunió al grupo, tuvo como objetivo principal la evaluación exhaustiva de toda la investigación realizada sobre el cambio climático global relacionado con el dióxido de carbono. Un informe que sirvió como punto de arranque de un sinfín de proyectos de investigación que irían llegando después, relacionados con los cambios observados en las concentraciones de gases efecto invernadero y el cambio climático.
Antes del informe Charney, ya existían publicaciones en el siglo XIX, demostrando el papel del dióxido de carbono como un importante gas efecto invernadero. A mediados del siglo XX, ya era tema común de conversación entre la comunidad científica, el efecto que la quema de combustibles tenía sobre la temperatura global del planeta. Concretamente fue John Sawyer de la UKMO (Oficina Meteorológica del Reino Unido) quien, en 1972 publicó un articulo en la revista Nature, en el que pronosticaba un calentamiento de 0.6oC para finales de siglo.
Por aquel entonces, las predicciones de Sawyer chocaban con los datos de temperatura que registraban muchos observatorios. Las observaciones mostraban un enfriamiento del planeta a mediados de siglo y además se especulaba con que la tierra se dirigía hacia un nuevo periodo glacial.
Después de esta primera publicación sobre calentamiento global, llegaría el informe Charney. Diez prestigiosos científicos expertos en clima, con la ayuda de otra decena de investigadores de todo el mundo, plasmaban en este documento todo lo aprendido sobre el efecto que el aumento de dióxido de carbono atmosférico tendría sobre el clima terrestre. Entre las conclusiones, también se incluían muchas incertidumbres sobre la magnitud de dichas predicciones.
Ya lo era entonces, pero con el paso de los años, el informe Charney se ha convertido en un claro ejemplo de como se hace ciencia con rigor. Primero examinando la física y la química detrás de los fenómenos a estudiar, después exponiendo una hipótesis sobre el problema a tratar y finalmente, en base al conocimiento de la ciencia, realizando predicciones. Entre los puntos más destacables del informe están las predicciones de aumento de dióxido de carbono (CO2), y el de la temperatura global. Los valores obtenidos mostraban un calentamiento global de entre 1.5 y 4.5oC cuando se duplicaban los valores de CO2.
El informe Charney pronosticaba un calentamiento de entre 1.5 y 4.5 grados al duplicarse la concentración de dióxido de carbono
Lo especial de este informe pionero, es que los autores no resumieron sin sentido crítico la ciencia. También actuaron de forma escéptica, intentando encontrar factores que pudiesen invalidar sus conclusiones. En el informe Charney y su grupo concluyen: ¨Hemos intentado, pero no ha sido posible encontrar efectos físicos pasados por alto o subestimados que puedan reducir el calentamiento global estimado actual como consecuencia de la duplicación del CO₂atmosférico a proporciones insignificantes o revertirlas completamente¨.
Durante los últimos 40 años, mientras el mundo se ha ido calentando de forma similar a la que ya anticiparon Charney y sus colegas, la ciencia del cambio climático ha mejorado y mucho. Los modelos numéricos han evolucionado y se han incluido en ellos ecuaciones esenciales no contemplados haya por el año 1979. A pesar de los avances en predicción, aún queda mucho camino por recorrer.
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