sábado, 13 de noviembre de 2021

Paul Morand -Baisers-

Baisers
Paul Morand (1888-1976)

Un baiser
abrège la vie humaine de 3 minutes,
affirme le Département de Psychologie
de Western State College,
Gunnison (col).
Le baiser
provoque de telles palpitations
que le coeur travaille en 4 secondes
plus qu'en 3 minutes.
Les statistiques prouvent
que 480 baisers
raccourcissent la vie d'un jour,
que 2360 baisers
vous privent d'une semaine
et que 148071 baisers,
c'est tout simplemant une année de perdue.




Besos

Un beso
abrevia la vida humana en 3 minutos,
afirma el Departamento de Psicología
del Western State Collage,
Gunnison (Col.).
El beso provoca tales palpitaciones
que el corazón trabaja en 4 segundos
más que en 3 minutos.
Las estadísticas demuestran
que 480 besos
acortan la vida en un día,
que 2.360 besos
os privan de una semana
y que 148.071 besos,
son sencillamente un año perdido.
                                                     Francesco Hayez

sábado, 5 de junio de 2021

El rostro invisible de la guerra – Afroféminas

El rostro invisible de la guerra – Afroféminas

El rostro invisible de la guerra

Grafiti homenaje a las víctimas de la Unión Patriótica en Bogotá / Foto: Mariano Ronda

Vengo de un territorio lleno de cicatrices, decorado con fosas comunes y tumbas sin flores. 

Nuestro Dios está ausente, no tenemos sombra.  

Hay  mapas de sangre que tiñen los árboles, las plazas, los caminos, las caras de los perros en las esquinas. 

Los ríos trasladan piedras, y entre las piedras los cuerpos navegan de un lugar a otro arrastrando con ellos pequeñas huellas etéreas que se diluyen en el trayecto. Aquellos seres sin nombres, sin identidad, sin pasado, sin presente, sin ningún atisbo de futuro, desaparecen entre las moléculas del agua.

En aquel pedazo de tierra la ley es solo una palabra, la justicia una ficción, la vida un privilegio, una cuestión de suerte.

Gravedad, gravedad, gravedad.  

Hay un sufrimiento acumulado que se filtra a través de las paredes derruidas, inunda las praderas, los valles, los sueños. 

En ese territorio hombres vestidos con uniformes podridos usan armas letales para la aniquilación de la población. Construyeron a través del tiempo una máquina exorbitante para matar, elaboraron una especie de juego bélico para destruir las vidas de la gente, ocupar sus campos, explotar niños y niñas, convertir el cuerpo de las mujeres en tableros de amonestación, en necropedagogía, en castigo.  

Gravedad, gravedad, gravedad. 

Pesadilla letal, la imagen de la agonía, un pueblo al que le ha costado dormir tranquilo, que ha visto con sus propios ojos la carnicería humana, la planicie mortuoria; descuartizamientos, mutilaciones, violaciones en manada, torturas, secuestros, extorsiones, disparos, envenenamientos masivos, pedofilia, necrofilia, zoofilia, carnavales sangrientos organizados por y para aquellos asesinos de uniformes rancios y corazones purulentos.  

En la variedad de juguetes macabros utilizados por estos criminales de cerebros gangrenados, tenemos una vasta cantidad de insumos; ametralladoras M60, también las AR-15 y su variación M16 o los Barret calibre 50, Ak-47, entre muchas otras. Armas químicas, explosivos diversos, lanzagranadas, minas antipersonas, cilindros bombas, carretillas bombas, carros bombas, bicicletas bombas, presidentes bombas.  


Gravedad, gravedad, gravedad. 

Las consecuencias de esta guerra son espeluznantes, ha logrado el exterminio de todo lo que tiene movimiento, vitalidad: un genocidio cruel y despiadado. 

Gravedad, gravedad, gravedad. 

Mientras tanto, en el mundo se comercian los fragmentos de la desgracia cargados de farandulismo, héroes falsos, historias re-escritas para la venta del terror romantizado, porque ésta guerra teletransmitida, vendida como entretenimiento domestico solo se proyecta en nuestros espejos para hacerles creer que nadie sufre, que la tragedia hace parte del pasado, que una vez más se logró representar muy bien el mito del conflicto. 

Gravedad, gravedad, gravedad. 

La guerra desgarra, lastima, rompe, rasga, expulsa, desplaza, destruye el mundo que hemos construido para resguardarnos.

Gravedad.

Vengo de un lugar en el que los asesinos también visten de traje, se levantan temprano, desayunan tripas, se miran al espejo, sonríen, charlan cálidamente, se toman fotos con el pueblo al que luego masacran, hablan, de democracia, igualdad, integración, de ¡revolución! compran votos pagando con pan y leche, desplazan forzosamente a la población de sus territorios. De noche, se arrastran por las cloacas como ratas bebiendo sangre, untándose sus propios excrementos, unos a otros, devorando todo lo que esté a su alcance. 

Grave. 

Vengo de un país lleno de heridas abiertas, de cadáveres consumidos al sol, de mares de lágrimas, de madres y padres retorcidos de dolor, un país enfermo por una guerra sin manos, sin culpables, sin justicia. 

Nadie sabe cuál es el rostro, no lo podemos identificar, es ininteligible, se muestra turbio, impreciso, aparece en la oscuridad, danza en el anonimato, se burla de quienes le temen, fustiga a quienes lo miran. 

Gravedad, gravedad, gravedad. 

Aquella tierra respira angustia, se encoge de amargura, lamenta la pérdida, canta en el medio de las ruinas al compás de la tambora, abraza su alma rota para darse consuelo, no claudica, se mantiene en pie, resiste, persiste, se levanta y camina, re-construye con su sangre tiempo a tiempo el rostro de una guerra que por más de diez décadas ha sido invisible.  

Vengo de una tierra que sangra…  


Asami Ortiz

Afrocolombiana, migrante. Actriz, cantante, escritora, Licenciada y Profesora de Artes Escénicas de la Universidad Nacional de Río Negro (Argentina). Actualmente cursa sus estudios de posgrado (Estudios de Performance) en la Universidad Nacional de Córdoba en la Facultad de Artes. En su tiempo libre hace críticas sobre Arte Contemporáneo, Body Art y Performance. Es activista, afrofeminista y pro-cyborg.

Instagram: asamiasha
#AsamiOrtiz

La Nau acoge los 'Poemas enjaulados' de Mahvash Sábet, poeta iraní encarcelada por su fe - Cultur Plaza

La Nau acoge los 'Poemas enjaulados' de Mahvash Sábet, poeta iraní encarcelada por su fe - Cultur Plaza
 Mahvash Sábet


Durante su estancia en prisión escribió estos poemas, una prueba del coraje y la desesperación, la miseria y las esperanzas de miles de iraníes

4/06/2021 - 

VALÈNCIA (EP). El Centre Cultural La Nau de la Universitat de València (UV) acoge el martes 8 a las 19 horas la presentación de los Poemas enjaulados de la poeta iraní Mahvash Sábet, que fue condenada en su país a diez años de cárcel por profesar la fe bahái, una religión perseguida en Irán y que cuenta con unos siete millones de practicantes en todo el mundo.

Durante su estancia en prisión escribió sus Poemas enjaulados (Pre-Textos, 2020), una prueba del coraje y la desesperación, la miseria y las esperanzas de miles de iraníes que luchan por sobrevivir a las condiciones de extrema opresión.

Este acto se enmarca en la programación del Aula de Poesía de la Universitat y cuenta con las intervenciones de Axel Toribio, secretario de la Comunidad Bahá'í de Valencia; Rafael Monzón Giménez, presidente del Centro UNESCO Valencia; Manuel Borrás, editor de Pre-Textos; las dos traductoras Ryma Sheermohammadi Amaya Blanco; y la responsable del Aula de Poesía, Xelo Candel, que moderará el debate. Para asistir se requiere inscripción a través de la web.

Poemas enjaulados es una obra que surge de la necesidad de la autora de expresarse tras una década de su vida encarcelada por sus creencias. En 2017, Sábet obtuvo el premio Pen International, un galardón que otorga PEN Internacional Club Español, organización que defiende la libertad de expresión de escritores en riesgo y apoyan a quienes han sufrido exilio o encarcelamiento.

Tras la traducción al inglés realizada por Bahiyyih Nakhjavani bajo el título Prison Poems, la editorial Pre-Textos acaba de publicar la traducción del farsi al español a cargo de Amaya Blanco y Ryma Sheermohammadi.

Estudiantes ponen voz a la poesía

La última actividad de este curso del Aula de Poesía es una lectura de poemas a cargo de estudiantes, el 15 de junio a las 19 horas en La Nau. Con el título Verso libre, el acto está organizado por la estudiante Carla Juárez, del grado de Estudios Hispánicos, y participan otros de varias facultades de la UV.

Se trata de Miguel Arche López, Iuliana S. Apostu, Fabiola Berenice Flores Pérez, Marc Caballer Galcerà, Irene Castelló García, Antonio Díaz Mola, Martina Gil, Alicia Luz, Pepe Llopis, Beatriz Marrodán Verdeguer, Elsa Moreno, Jose Navarro, Sara Olivas, Jorge Pérez Cebrián y Clara Romany Castellano.


martes, 1 de junio de 2021

La poetisa portuguesa Ana Luísa Amaral gana el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana

La poetisa portuguesa Ana Luísa Amaral gana el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana | Periodistas en Español

La poetisa portuguesa Ana Luísa Amaral gana el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana

La poetisa portuguesa Ana Luísa Amaral (Lisboa, 1956) ha ganado el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana en su treinta edición, convocado por Patrimonio Nacional y la Universidad de Salamanca.

Ana Luisa Amaral
Ana Luisa Amaral

Amaral está considerada la poeta viva más importante y una de las mayores de las letras portuguesas de las tres últimas décadas. Es profesora en la Universidad de Oporto, ciudad donde reside y cuyo Ayuntamiento le otorgó su Medalla de Oro en 2016.

Tiene un doctorado sobre la poesía de Emily Dickinson y publicaciones académicas acerca de la poesía inglesa y estadounidense, poética comparada y estudios feministas. Es investigadora en Estudios Feministas, Teoría Queer y Poéticas Comparadas.

La obra de Amaral ha sido adscrita a la generación portuguesa de los ochenta, nacidos en los años cincuenta, como Amadeu BaptistaIsabel de SáJorge de Sousa Braga o Adília Lopes. Su poesía ha sido comparada con la de Emily Dickinson y Wisława Szymborska.

«Vincula la lírica anglosajona con la portuguesa de los modernistas (Pessoa y Mário de Sá-Carneiro) o posteriores (Jorge de Sena o Sophia de Mello Breyner Andresen)» señaló el jurado.

La poesía de Amaral ha sido traducida a varios idiomas: inglés, francés, alemán e italiano. En España tiene publicados ‘Oscuro’ (2015, Olifante) y ‘What’s in a name’ (2017, Sexto Piso).

Además de veinte obras de poesía ha escrito libros para niños, ensayo, teatro y una novela, ‘Ara’, que fue premiada con el premio de la Asociación de Escritores portugueses en 2014 y está traducido al español.

Ha sido galardonada con varios premios literarios, el Premio Casino da Póvoa y el Giuseppe Acerbi en Mantua, Italia, ambos por su libro ‘A génese do amor’ en 2007 y el ‘Grande Prémio’ de la Asociación de Escritores Portugueses en 2008, por su libro ‘Entre Dois Rios e Outras Noites’ y el Premio internacional Fondazione Roma en 2018 por el conjunto de su obra poética.

Era la tercera ocasión que había sido propuesta para el Premio Reina Sofía de Poesía y es también el tercer portugués en conseguirlo, tras Sophia de Mello Breyner Andresen (2003) y Nuno Júdice (2013).

El Premio Reina Sofía de Poesía reconoce cada año la obra de un autor vivo que por «su valor literario constituye una aportación relevante al patrimonio cultural común de Iberoamérica y España».

La dotación económica del premio asciende a 42.100 euros, a los que se añade la edición de un poemario antológico del galardonado, con el estudio y notas a cargo de un destacado profesor de literatura de la Universidad de Salamanca, además de unas jornadas académicas sobre la poeta premiada.

lunes, 31 de mayo de 2021

Manuel Olveira cierra ‘Muero todos los días’ con una cuarta entrega que reflexiona sobre el tiempo de la escritura – TAM-TAM PRESS

Manuel Olveira cierra ‘Muero todos los días’ con una cuarta entrega que reflexiona sobre el tiempo de la escritura – TAM-TAM PRESS

                                                Manuel Oliveira

‘Muero todos los días 2019-2021’ es la cuarta entrega de la serie poética que Manuel Olveira (Porto do Son, A Coruña, 1964) ha compuesto como único autor de la colección Rue des Solitaires, publicada como las tres anteriores por Manual de ultramarinos, la sociedad secreta de traperos del tiempo. Comenzó en 2013 y discurre a lo largo de los ocho años de su estancia en León como director artístico del MUSAC. La presentación ha tenido lugar este último sábado de mayo en la terraza del bar La Asturiana, en San Feliz de Torío (León).

 Manuel Olveira pone punto final a ‘Muero todos los días’, un proyecto del que no estaba muy seguro de llegar a cumplir cuando lo comenzó en 2013 ya que preveía una entrega cada dos años. Y así ha sido, salvo la excepción de esta última que ha tardado un poco más en ver la luz. Ocho años en los que día a día se han ido gestando estos poemas que su autor define como “escrituras” y que coinciden con su gestión al frente del MUSAC en la capital leonesa. “Es un ciclo que se cierra y que da paso a otro. Por eso el libro acaba con “Desde aquí / me devuelvo / a otra vida // He escrito lo mismo / todos los días / Fin de la muerte”, explica. Un periodo en el que entra en juego el proceso de envejecer, según sus propias palabras, “de acercarse un poco más cada día al precipicio, a la tormenta. Es, por eso, el diario de un temporal (al temporal / diario que se da / a leer)”.  

Todos los libros comparten el mismo título, ‘Muero todos los días’, seguido de las fechas de los años y un asterisco que indica que está tomado de la primera epístola a los Corintios. El autor deja entrever que las palabras y las imágenes son como prestadas, proceden de otros autores, leídas en libros, escuchadas en la calle u oídas en una película (Carne segada / voz a enraizar / otra vez).

Como en el resto de las entregas, el contenido procede de los cuadernos y las libretas en los que Olveira apuntaba ideas y anotaba todo aquello que fluía por su cabeza, e incluso los billetes de tren le sirvieron para almacenar parte de la materia prima que utilizó para construirlas. “El procedimiento de trabajo ha sido siempre el mismo. Escribo en cuadernos constantemente en los que se mezclan pensamientos y reflexiones, sueños y notas prácticas sobre mi trabajo o mi vida personal. Cada dos años recopilo todo lo escrito y selecciono aquello que tiene potencial para tejer un librito con una serie de imágenes poéticas. A partir de ahí pulo y pulo lo escrito hasta sintetizarlo y dejarlo en un esqueleto que se sustenta como un armazón. Por utilizar un símil escultórico, trabajo primero por acumulación y luego por sustracción. ‘Decir todos los días una palabra menos‘, como dice Felipe Boso“.

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Y a la vez que escribía los libros colocaba flores y ramas en una mesa que sustituía cada semana. “A veces las compraba en la plaza, pero otras las recogía de los lugares a donde las arrojaban los jardineros municipales tras la poda (y florecían en casa), de los campos o de la orilla del rio”. Una analogía muy sugerente sobre el registro del tiempo de la escritura: las flores marcan las estaciones y escribir acompaña al acto rutinario de cambiar las flores a la vez que cuenta y da cuenta del paso del tiempo.

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Ambas acciones coexistieron durante todo el proceso y de alguna forma marcaron la evolución entre los cuatro libros. Los dos primeros son más sueltos y fragmentarios, los dos siguientes también, pero las imágenes son más sintéticas y se trenzan y discurren en tercetos, en los que la acción y la descripción parecen construir un relato, según explica. “Hay algo de vivencial en todo lo que escribo, pero este proyecto de los cuatro libros no debe entenderse como una traslación testimonial. O, si lo es, más que confesional es documental. Se muestra, pero no se explica. Hay muchas sombras (Si se cuida / la sombra / no se irá nunca) y oscuridades penosas (El infierno informa / bajo la apariencia / de brutas evidencias)”.

La escritura como travesía

Manuel Olveira tiene claro que estas escrituras son una especie de camino, una travesía en la que recorre diferentes tiempos relacionados con el origen, la memoria, el deseo, el trabajo, el arte, el museo. Tiempos que se van y vuelven cíclicamente, que se superponen entre sí y a los que se superpone el propio tiempo de la escritura: “Es mi travesía atravesando e insistiendo en la memoria (El que muere / sigue informando / de su trayecto). Es una memoria que, me atrevo a decir, niega la realidad para negar su orden y construir otro nuevo”.

Y también asegura que es una escritura inacabada. “Los años presentes en el título de cada libro son como cortes o como fragmentos que sustentan y sujetan precariamente lo que fluye y se escapa entre los dedos (él regresa // a un texto anterior / libre sin revelar / la libertad de las palabras). Cada corte bianual es como un suspenso descompuesto que se compone temporalmente. Y entre corte y corte hay olas que se repiten”. 

Imágenes recurrentes 

Esta repetición de imágenes que vuelven cada cierto dice que le recuerdan  a la novela ‘Todo el tiempo del mundo’ (Libros de Rocamadour, diciembre de 2014) y son una constante en toda la serie poética. Imágenes sobre el tiempo, el naufragio, el hundimiento y la experiencia de la pérdida, el jardín, la tierra, las raíces de las plantas y los árboles, el viaje, el precipicio, la caída y la insignificancia, la perplejidad, el desajuste con el mundo o el conflicto de una identidad personal disuelta en otras identidades y otras voces. También está presente el silencio “Son imágenes que se trenzan entre sí y que se enhebran también con una reflexión sobre la propia escritura (Un sendero / un texto de partida / inaugura el tiempo)”. 

Los temas abordados son los mismos que en los otros tres libros: un registro de la experiencia  y de la emoción de un tiempo, de un estado de ánimo, de una edad, de una impresión, de una condición y de un empoderamiento.

Reproducimos un fragmento de ‘Muero todos los días 2019-2021’ de  Manuel Olveira que finaliza con la imagen del “ángel abismo”.

Invisible sobre la tierra
el ángel abismo
mueve el agua

Hay luz en este mundo
Hay sombra en este mundo
La vida sigue siempre
Las cosas cambian nunca
Las raíces cantando tierra adentro 

Más información:

Muero todos los días 2013-2014

Muero todos los días 2015-2016 

lunes, 24 de mayo de 2021

festival de Poesía Guitirica


O primeiro Festival de Poesía Guitírica comenzará o 7 de xuño

24 Maio, 2021

O Festival de Poesía Guitirica comenzará a súa andaina o 7 de xuño coa presentación do festival e a inauguración da exposición Aquela nena de Sarria adicada a Xela Arias na Casa Habaneira. A exposición permanecerá até o 14 de xuño e xa están programadas visitas de alumnos do instituto de Guitiriz.

O día 11 venres o alumnado da ESO do IES Díaz Castro percorrerán as rúas da vila con un roteiro poético preámbulo das actividades previstas para o festival os días 12 e 13 de xuño que incluirá as presentacións de varias novidades literarias de coñecidos poetas e escritores como Poema da Rúa das Aves de Miguel Barrera, Abril de Luz Darriba, Abecedario do país das Albarizas de Xulio Pardo de Neyra,  Lareira de soños de Pastora Veres, Versos do desasosego de Ana Barral, Non estamos preparados para medrar de Teresa Ríos, Urutau e Bambán de vento de Hortensia Bautista.

Tamén presentarán a revista N°2 NPG GAZETA, as palestras sobre Carvalho Calero que contará con Antón de Guizán, Loreto de Castro e Alfonso Blanco; e a palestra de Xela Arias con María Xosé Lamas, Ana Barral e Xulio Xiz.

Haberá actuacións musicais a cargo da Escola de Música de Guitiriz con dúas agrupacións, a banda da UNED Sénior, os dúos poéticos musicais Folerpa de son e Paco Rivas e Tono, Corredores de sombra e a cantautora Eugenia Sanmartín.

O programa inclúe tamén roteiros poéticos con recitais pola vila e o roteiro guiado de Díaz Castro entre O Vilariño e O Buriz. O Festival rematará coa entrega de premios do Certame Vilariñas 2021 e o premio de poesía Díaz Castro.

Guitiriz súmase con este festival a outros existentes no país e constitúese como o primeiro da Terra Chá e da provincia de Lugo nunha iniciativa promovida polo grupo poético Nova Poesía Guitirica NPG e organizado polo concello de Guitiriz coa colaboración da vicepresidencia da Deputación Provincial de Lugo, AC Xermolos, IES Díaz Castro, UNED Sénior, Escola de Música de Guitiriz, Asociación de hostelería De Bares, e as agrupacións poéticas de base Nómades do Verso/Colectivo Antón Borrazás da Coruña, In Nave Cívitas/colectivo Urbano Lugrís da Coruña, Moraima, a grafía da emoción de Ferrolterra, Irmandade poético artística luso galaica de Chantada, Versos de Area de Ponteareas, GADIS e Os Vilares lareira de soños.

Créase deste xeito unha nova proposta poética que contribúe a manter viva a chama poética de Díaz Castro e fai de Guitiriz o centro poético da Terra Chá a través da poesía de base e cunha ampla participación do tecido social e cultural da zona.


lunes, 8 de marzo de 2021

‘Ajedrez 88 sonetos’ de Josep Mercadé Riambau, Por Jesús Cabaleiro Larrán

 

‘Ajedrez 88 sonetos’ de Josep Mercadé Riambau

El libro ‘Ajedrez 88 sonetos. Antología poética’ de Josep Mercadé Riambau editado por la editorial ‘Poesía eres tú’ abre un camino en la relación entre literatura y ajedrez que merece tenerse en cuenta.

Ajedrez 88 Sonetos portada

Hay que recordar que la referencia más antigua del ajedrez es un poema persa Kar-Namag i Ardashir i Pagaban, del siglo sexto. Luego vino el conocido poema del persa de Nishapur, Omar Jayyam (1048-1131), conocido con el paso de los siglos por su mayor propagador, Jorge Luis Borges (1899-1986) donde lo cita, “la sentencia es de Omar…”.

Y es que como no podía ser menos este soneto es uno de los primeros de los 88 que figuran en el libro.

Hay que resaltar que todos son sonetos (dos cuartetos y dos tercetos de versos endecasílabos) aunque alguno mal medido, desde el punto de vista métrico, y también alguno de no mucha calidad. No obstante, la mayoría tienen una calidad suficiente.

Los 88 sonetos seleccionados de varias literaturas, de los que, muy acertadamente, se aportan sus traducciones, se han agrupado temáticamente: en su primera parte, describen el ajedrez, sus piezas y las batallas sobre el tablero. En la segunda se recogen metáforas que equiparan el juego rey con la vida, la contienda amorosa y el jaque mate de la muerte. La tercera retrata el perfil del jugador y grandes jugadores, incluyendo panegíricos y elogios, cerrando la cuarta parte con unos sonetos lúdicos.

Una antología pensada para degustación tanto de los amantes del juego como de la poesía, más concretamente del soneto. Están centrados en Europa donde se desarrolla más el soneto, son 43 en castellano, 21 en italiano, doce en inglés, seis en catalán (el autor aporta dos), tres en francés y uno en portugués, alemán y ruso, respectivamente.

Hay mezcla de autores consagrados y otros prácticamente desconocidos, así como de distintas épocas, prácticamente desde el Renacimiento hasta la actualidad, siendo los contemporáneos los más abundantes.

Hay un poeta –más bien, sobre todo escritor- cuyo poema tiene el privilegio de ser traducido al ruso y al inglés. Pero se entiende perfectamente al tratarse de alguien tan vinculado a la literatura y al ajedrez como Vladimir Nabokov (1899-1977) y su tercer soneto de ajedrez.

Resaltar algunos sonetos siempre es tarea complicada y subjetiva de cada cual, pero personalmente, además del muy conocido de Borges, citar a Lope de Vega (1562-1635) quien tuvo en su larga obra múltiples referencias al noble juego, además de los sonetos, recordemos la adaptación que hizo del conocido Romance de Fajardo también conocido como Romance del Ajedrez.

De los más contemporáneos, sin duda, Blas de Otero (1916-1979) aunque en un poema ‘Por ahí pasa la muerte’ donde la alusión ajedrecística es muy fina enlazada con la muerte.

También el poeta arcense, Carlos Murciano, de noventa años, pero en otra vertiente, la amorosa, con ‘Donde el poeta juega con su amada y cuenta como pierde la partida’.

El poeta cubano Eliseo Diego (1920-1994) también tiene su sitio con un largo poema del que se entresacan dos referencias y el peruano Marco Martos Carrera quien fuera también jugador y que aporta dos poemas de su libro Jaque perpetuo.

En catalán, cómo no recordar al recientemente fallecido premio Cervantes, Joan Margarit (1938-2021) –quien, en su día, mantuvo una cordial conversación con quien esto escribe-. Imagen en un vidrio se titula el poema donde señala la metáfora que su vida transcurre «en un tablero de ajedrez. Y nunca olvidará que está jugando».

Aunque la presencia femenina no es numerosa, siete en el total de 88, sí merece citarse a la catalana Carilda Oliver Labra (1922-2018) con un soneto dedicado a su padre.

Entre los italianos mencionar el de Tommaso Cambray-Digny (1845-1901) quien fue diputado y que describe el conocido como Mate Légal y el portugués de Frei Bernardo de Brito (1569-1617) en la referencia a la confrontación amorosa, ‘Soneto a Silvia estando jugando al ajedrez’.

Destacar la coincidencia del autor con el que escribe, al mencionar los versos destacados de Francisco Delgado Iribarrenlibro del que ya hicimos la crónica, coincidiendo además en que recoge unas frases del buen prólogo que le hace David Coll. Así, aparte de los dos escogidos –Mercadé Riambau se prohibió recoger más de dos sonetos por autor- menciona en un pie de página otros dos, que precisamente, el que escribe había citado, ‘Dios y Lucifer’ y ‘El mundo es un tablero’.

El esfuerzo de compilación y traducción, es destacable. Su aparición es valiosa para la literatura de ajedrez, independientemente de sus posibles yerros que tampoco hay que soslayar.

En este sentido, mencionar que hay un abuso de fuentes digitales (algunos enlaces tienen errores) con múltiples referencias y muchos sonetos son de autores recientes, sacados directamente de internet.

Por otro, en la presentación-introducción, páginas 9 a 27, que hace el autor hay diferentes errores y erratas, dando la impresión que no fue revisada.

Tal vez los dos mayores errores involuntarios son, en un pie de página, donde confunde al poeta chileno Waldo Rojas, de 76 años, autor del poema ‘Ajedrez’, con el compositor y pianista argentino Waldo de los Ríos (1934-1977) tristemente suicidado. Precisamente la confusión es al referirse al apartado del ajedrez y la muerte. El otro, en la página 14 al confundir al poeta cubano Eliseo Diego con el escritor y analista político, Eliseo Bayo de 81 años.

El libro abre un camino que, tal vez, otras editoriales quieran seguir con una antología de Poesía y Ajedrez mucho más completa, no centrada únicamente en el soneto y, sobre todo, que abarque todas las referencias y países. En esta obra no aparece la importante herencia árabe, además vinculada a España, como los versos del rey-poeta Al Mutamid (1040-1095) o los referidos al mundo persa y eslavo, entre otros.

Por cierto, dentro de escasos días, el domingo 21 de marzo 2021 se celebrará  el Día Mundial de la Poesía que declaró la Unesco desde 1999, buena ocasión para degustar todos esos versos que a lo largo de los siglos han unido al más que milenario juego con este arte de las palabras.

Biografía

Josep Mercadé Riambau es catedrático de Literatura. Lleva treinta años investigando el tema del ajedrez en la literatura y, sobre ello, ha publicado más de veinte artículos, redactado un amplio ensayo sobre El ajedrez en la literatura del Siglo de Oro, estrenado una obra sobre Lope (Yo no entiendo de caracoles sino de sonetos) en Santa Coloma de Gramenet y otra ajedrecística en el teatro Campoamor de Oviedo con motivo del 2º Open Internacional de Ajedrez. Ha publicado el libro Lope de Vega y el ajedrez.

  • Ajedrez. 88 sonetos
    Josep Mercadé Riambau
    Editorial Poesía… eres tú.
    Enero de 2021. 14 euros.
    194 páginas.

El último poema de Chenier, llamado La Jeune Captive

André Marie Chénier (Estambul,1​ 30 de octubre de 1762 - París25 de julio2​ de 1794) fue un poeta francés, ejecutado durante el periodo del Terror de la Revolución francesa acusado de «crímenes contra el Estado». Su poesía sensual y emotiva lo convierte en uno de los precursores del Romanticismo. Era hermano del político y escritor Marie-Joseph Chénier.

La vida de André inspiró el libreto de la ópera del compositor Umberto Giordano (1867-1948) titulada Andrea Chénier (1896), más concretamente, la relación amorosa que surgió entre el poeta y la hija de la condesa de Coigny en la sala de prisioneros que iban a ser guillotinados.

Asimismo, el cuadro titulado Juicio de André Chénier (1851) de Joaquín Sigüenza y Chavarrieta (1825-1902) presenta a Chénier, en el centro, escribiendo su último poema en la sala desde la que saldrá camino del patíbulo, junto a personajes de la alta sociedad. Esta obra es una copia de Appel des dernières victimes de la Terreur dans la prison de Saint-Lazare, 9 thermidor (1794) de Charles-Louis Müller (1815-1892) que se encuentra en el Musée de l'Histoire de France en Versalles.

Se recrea también en la novela de Charles Dickens Historia de dos ciudades (1859). 



El último poema de Chenier, llamado La Jeune Captive (La Joven Cautiva), donde Chenier expresa toda su desesperanza ante una inminente condena a muerte


Sazónase la espiga,

Respétala la hoz;

No teme al viñadero

El pámpano lozano,

Y bebe del rocío

Dulce y sabroso frío

Que suave templa el estival calor.


Yo, hermosa cual la espiga,

joven como la vid,

Aunque es mi vida triste,

De penas agitada,

Y siempre abrumadoras

Pasan mis largas horas,

Aun no quiero morir.


Que con enjutos ojos

Y con serena faz

Caiga el estoico altivo

En brazos de la muerte;

Yo espero, y mi quebranto

Consuelo con el llanto,

Y la cabeza doblo

Si ruge el huracán.


Levántola si pasa

Su soplo destructor;

Que si hay amargos días

También hay dulces horas;

¿Qué miel tras su dulzura

o deja la amargura?

¿Qué mar nunca ha sentido

Del Bóreas el furor?


»Mora en mi blando seno

Fecunda la ilusión;

En vano de una cárcel

Los muros me detienen;

Dame alas la esperanza,

Cual ruiseñor se lanza

Ya libre de las redes

Del fiero cazador.


¿Por qué inocente debo

Tan joven, ¡ay!, morir?

Tranquila yo me duermo,

Despiértome tranquila;

Ni en sueño ni en vigilia

Con agudo tormento

Viene el remordimiento

Mi corazón a herir.


Vanse los ojos todos

De verme el parabién,

Cuando abandono el lecho

Al despuntar el día,

Y en esta mansión lúgubre

Mi aspecto sonriente

Serena toda frente

Que abate el padecer.


De este camino hermoso

Lejos estoy del fin;

Apenas he pasado.

Los árboles primeros;

Apenas he tocado

La copa centelleante,

Sentada un solo instante

De la vida al festín.


Estoy en primavera,

Quiero las mieses ver,

Quiero como los años

Seguir mis estaciones,

Quiero acabar el día,

Vi sólo el alba hermosa,

Soy cual la blanca rosa

Adorno del vergel.


Espera, negra muerte,

Aléjate de mí;

Hiere al triste que gime

De espanto y de vergüenza;

A mí el Amor me ofrece

jardines deleitosos

Y cantos armoniosos;

Aun no quiero morir.»


Así burlando el tedio

De mis pesados días,

Mi lira resonaba

La voz de una cautiva,

Y las amables quejas

De su boca sencilla

Al yugo de los versos

Mi labio sometía.

Testigos armoniosos

De mi prisión prolija,

Al estudioso amante

De dulces armonías

Harán tal vez que inquiera

Quién la beldad sería.

En su voz y en su frente

La gracia sonreía,

Y cual ella, temieron

Ver acabar su vida

Aquellos que vivieron

Cerca de la Cautiva.