lunes, 26 de noviembre de 2018

La luminosa y agitada vida de la creadora del manifiesto feminista

La luminosa y agitada vida de la creadora del manifiesto feminista



“Nunca fui una poeta. Verdaderamente soy un ser vivo. Sin embargo, es necesario permanecer en el anonimato. Y para mantener la incógnita, la aventura que elegí fue la de poeta”.
Mina Loy tenía una relación conflictiva con el título de poeta. Quizás porque como tantas otras artistas vanguardistas, le desagradaban las etiquetas. O quizás fuera porque ya tenía demasiadas.  
Loy nació británica, murió americana, fue poeta pero también narradora, artista y decoradora de pantallas de lámparas. Dramaturga, modelo, escultora, diseñadora de vestidos y creadora de collages. Dadaista, futurista y feminista.
Como la luna, Mina Loy tenía muchas caras, fases que fue mostrando y ocultando a lo largo de toda su carrera, y que ahora se desvelan en el libro Mina Loy, Futurismo Dadá Surrealismo (Ed. La Linterna Sorda).


Mina Loy nació en 1882 en Londres y muy joven se trasladó a Munich a estudiar pintura, una de sus primeras facetas, a la que volvería cada cierto tiempo. En 1904 se mudó a París con quien sería su primer marido, Stephen Haweis. Pronto alternó la pintura con la poesía, con poemas rupturistas y novedosos, versos libres que ignoraban la sintaxis y provocaron la admiración de sus contemporáneos.
Su primera etapa europea la pasó entre los círculos vanguardistas de París y de Florencia, ciudad a la que se mudó tras el nacimiento de su segunda hija. Entre sus amigos se encontraban Marcel Duchamp, T.S. Eliot, Ezra Pound, Gertrude Stein, Djuna Barnes, Wallace Stevens y miembros del movimiento futurista, con los que se relacionaría ya en Italia.

Mina Loy nació británica, murió americana, fue poeta pero también narradora, artista y decoradora de pantallas de lámparas. Dramaturga, modelo, escultora, diseñadora de vestidos y creadora de collages

Loy se acercó al Futurismo a través de su amistad con algunos de sus miembros como Filippo Marinetti o Giovanni Papini, con quienes tuvo un affaire.
Hasta que en 1914 Mina Loy se da cuenta de que, paradójicamente, no hay futuro para las mujeres futuristas. La misoginia de sus miembros y su acercamiento al fascismo hacen que publique su Manifiesto Feminista, una contestación al machismo de Marinetti.

El futurista le dijo a Loy que ella era una excepción entre las mujeres ordinarias. Sin embargo, la artista no estaba dispuesta a asumir dos cosas: ni el desdén de Marinetti hacia las mujeres normales, ni su rol de mujer excepcional. Ese mismo año publica Aforismos sobre futurismo una burla en verso al movimiento.

OLVIDA que vives en casas, que puedes vivir en ti mismo-
ASÍ la gente más pequeña vive en las casas más grandes
PERO la persona más pequeña, potencialmente, es tan grande como el Universo

En sus poemas, escribe sobre el deseo erótico, el amor, rompe los estándares de la feminidad de la época y habla sin tapujos del sexo y de las funciones corporales. “No hay nada impuro en el sexo, excepto la actitud mental ante él”, escribía en su Manifiesto Feminista. También trata la prostitución, la maternidad y es una de las primeras autoras en escribir un poema dedicado al parto.

Algo en el delirio de las horas nocturnas
 
Se confunde mientras intensifica la sensibilidad
 
Emborronando los contornos espaciales
 
Ayudando así a la elusión de lo circunscrito
 
Del que ese balbuceo de bestia salvaje crucificada
 
Llega tan y tan lejano
 
La espuma en los músculos elongados de la boca
 
No forma parte de mí
 
Existe un clímax en la sensibilidad
 
Cuando el dolor se sobrepasa a sí mismo
Deviene exótico

Más adelante Mina Loy se muda a Nueva York, donde también deslumbró entre los círculos culturales de la ciudad. En 1917 se choca con Arthur Cravan, un gigante de dos metros, poeta y fundador de la revista Maintenant y también boxeador.
“Deberías venirte a vivir conmigo a un taxi, podríamos tener un gato”, se cuenta que le dijo Cravan al poco de conocerse.
Se enamoraron, se casaron y huyeron a México juntos. El poeta murió en extrañas circunstancias cuando viajaban a Argentina y se dice que el poema de Loy El jazz de la viuda,es un homenaje al duelo por la muerte de su amado.
“¿Cuál ha sido el momento más feliz de su vida? ¿Cuál el más triste?”, le preguntaron al tiempo en una entrevista.
Mina Loy respondió: “Cada momento que pasé con Arthur Cravan. El más triste: todos los demás”.


En 1923 publicó su primer poemarioBaedeker Lunar, un paseo literario -Baedeker era el nombre con el que se conocían las guías turísticas en esa época-, que fue calificado por Ezra Pound como lo mejor de aquellos años.
Tras la fase americana llega la europea otra vez, donde se reúne con sus hijos. Y en 1936 vuelve a Nueva York con su hija, donde se instala en Manhattan.  
Después de la Segunda Guerra Mundial se muda al Bowery neoyorquino donde vive casi en la pobreza, rebuscando entre la basura para fabricar arte ready-made. En 1958 se reeditó Baedeker Lunar y hubo una exposición en su obra para reivindicarla, a la que ella decidió no asistir. Debido a su precario estado de salud se había trasladado a Colorado, donde vivían sus hijas.
Seguro que los vecinos que veían a esa abuelita rebuscar en la basura no se podían llegar a imaginar que había sido amiga de Ezra Pound, amante de Marinetti, poeta dadaísta y una de las mujeres más bohemias y salvajes de la vanguardia de principios de siglo.

jueves, 15 de noviembre de 2018

Las poetas olvidadas de la generación beat

Las poetas olvidadas de la generación beat



La generación beat, la que lanzó a la carretera hacia ninguna parte en autos desastrados y aullando a la noche a los jóvenes norteamericanos en los años 50, vagabundos del dharma, frenéticos amantes del jazz y la benzidrina, desencantados fugitivos al gran sur -México, Marruecos, India-, pioneros de la contracultura zen y la libertad sexual...


¿no tuvo mujeres escritoras?
GREGORY CORSO: "Hubo mujeres, sus familias las encerraron en manicomios"
ELISE COWEN Cuando se suicidó, sus padres quemaron sus escritos, que creían inmorales
Allen Ginsberg, Jack Kerouac, William Burroughs, Gregory Corso, Lawrence Ferlinghetti, Bob Kaufman, Gary Snyder... ¿ningún nombre femenino?
Se lo preguntaron a Gregory Corso en 1994 y su respuesta transmite un escalofrío: "Hubo mujeres, estaban allí, yo las conocí, sus familias las encerraron en manicomios, se las sometía a tratamiento por electroshock. En los años 50, si eras hombre, podías ser un rebelde, pero si eras mujer, tu familia te encerraba. Hubo casos, yo las conocí. Algún día alguien escribirá sobre ellas".
Lo hizo Brenda Wright (Women of the beat generation) y ahora las reivindica un libro, Beat attitude: antología de mujeres poetas de la generación beat (Bartleby), antologado y traducido por Annalisa Marí Pegrum, que ya había participado en el espectáculo creado para la Biennale Internationale de Poésie Les Ailleurs, en Charleville, la ciudad natal de Rimbaud, tal vez el primer beat.
Annalisa Marí Pegrum ha seleccionado a doce poetas, como Joanne Kyger, Lenore Kandel, Diane Di Prima, Denise Levertov (con vínculos con el Black Mountain College), Ruth Weiss, Janine Pommy Vega, Anne Waldman, Elise Cowen, Brenda Frazer...
Algunas de ellas eran conocidas en España sobre todo por haber publicado sus memorias. Joyce Johnson (Personajes secundarios, Libros del Asteroide) sintetizó en la foto que ilustraba la portada su sentimiento de relegamiento: se ve a Jack Kerouac iluminado en primer plano posando orgulloso para el fotógrafo, mientras ella apenas se intuye detrás, difuminada y borrosa como un fantasma nocturno.
Diane Di Prima recitando poemas
Algunas de ellas eran conocidas en España sobre todo por haber publicado sus memorias. Joyce Johnson (Personajes secundarios, Libros del Asteroide) sintetizó en la foto que ilustraba la portada su sentimiento de relegamiento: se ve a Jack Kerouac iluminado en primer plano posando orgulloso para el fotógrafo, mientras ella apenas se intuye detrás, difuminada y borrosa como un fantasma nocturno.
Carolyn Cassady, la pareja de Neal, el inspirador del personaje de Dean Moriarty en On the road de Kerouac, publicó su autobiografía con otro título contundente: Off the road(Escalera Editorial). Hettie Jones, judía de clase media se casó con LeRoi Jones, fue abandonada en 1964 cuando el poeta se convirtió con el nombre de Amira Baraka en líder de los Black Panther y no le convenía una mujer blanca. Escribió How I became Hettie Jones (Dutton, 1991), una vindicación de su biografía.
"Las mujeres que escribieron no se limitaron a ser meras amigas, amantes, esposas o musas; eran mujeres que estaban en el mismo momento y en los mismos círculos de amigos, pero que no tuvieron la misma visibilidad que los hombres y que lo tuvieron mucho más difícil a la hora de ser publicadas o de participar públicamente en los recitales", dice Annalisa Marí. "No hay casos de mujeres rencorosas que acusen con el dedo ni que hablen de injusticia; pero es inevitable darse cuenta de que los prejuicios de la época no permitían que las mujeres se fugasen, por ejemplo, como hacían los hombres, o que era imposible viajar si no era casada (Joanne Kyger se casó con Gary Snyder) y en general hubo muchas bodas y más niños de los que quizás hubiesen deseado. Además de muchas tareas domésticas, claro".
Según la antóloga, "durante los 50 y comienzos de los 60, las cosas no pintaban muy bien si eras mujer. Incluso Sylvia Plath habla de todo eso. Tener casa, tener hijos, cocinar, ser amable con los amigos del marido, todas esas cosas. Gary Snider decía sentirse desconcertado frente a las mujeres que escribían: ’Si bien podía comprender la psicología de los poetas hombres, desconocía lo que ocurría en la psique de las poetas mujeres’, decía. Los hombres no las consideraban como locas; apreciaban su compañía y de algún modo, las necesitaban. Pero no podían comprender que quisieran viajar, o tener el mismo tipo de experiencias que ellos; y en su obra se puede leer esta frustración de ser mujer y querer volar pero tener las alas cortadas".
El caso más dramático fue el de Elise Cowen. "Nació -dice Annalisa Marí- en una familia judía conservadora, fue la primera amante de Allen Ginsberg y coincidió con Carl Salomon, a quien Ginsberg dedica Howl en una de sus estancias en el psiquiátrico. Cuando se suicidó, su familia intentó quemar todos sus escritos para que no quedara ninguna prueba sobre su vida y lo que ellos consideraban inmoral (experiencias con drogas, experiencias lésbicas, etcétera). Sus poemas se publican por primera vez en español en este libro".
El otro caso trágico fue el de Joan Vollmer, tan brillante como autodestructiva, segunda mujer de Burroughs, que murió de un disparo de su marido cuando jugaban a Guillermo Tell en México. Su muerte provocó que Burroughs se dedicara a escribir.
En las memorias de las mujeres beat se percibe esa mezcla de placer y desconcierto por ensayar una vida rebelde y por desafiar abiertamente las convenciones sexuales. Cowen fue amante de Ginsberg cuando este quería ser heterosexual. Después, el poeta conoció a Peter Orlovsky y Cowen a Sheila y las dos parejas acabaron viviendo juntas. El final de la poeta fue trágico: se arrojó al vacío desde un séptimo piso, atravesando una ventana cerrada.
¿En qué se distingue su poesía de la de los hombres? Según la antóloga, "en general hablan de lo mismo que los hombres: la espiritualidad, las filosofías orientales, la alteración de la conciencia, el jazz, la escritura automática, viajes, reivindicación social y política..., pero observamos temas nuevos: menstruación, partos, abortos, hijos, frustración de estar a un lado de la carretera, invisibilidad, la espera, y la presencia de lo doméstico. Hay que decir que, confinadas al espacio doméstico por sus compañeros de generación, desarrollan una interesante escritura dentro de la casa y convierten lo doméstico en tema literario que apenas se encuentra entre los hombres".
Muchas de las poetas beat siguen activas hoy. Sin el enfoque del género y sólo atendiendo a la calidad literaria, ¿cómo quedaría el canon de la poesía beat? ¿La poesía automática de la generación beat, masculina o femenina, tiene más valor como documento de una época que como poesía? Ginsberg quedó como faro, Kenneth Rexroth como el precedente y Ferlinghetti como el editor.
Escribían o recitaban inspirados por el ritmo sincopado del bebop, pero su influencia fue fundamental en el cambio de costumbres que desembocó en el Mayo del 68, en la contracultura californiana, en el rock y la literatura de hoy: todo cambia salvo la voluntad de cambiar.
HETTIE JONES, POETA: "Pocas mujeres eran tenidas en cuenta por su talento"
Hetty Jones
Hettie Jones conserva hoy el buen humor y pasa por alto el clamoroso lapsus del periodista al entrevistarla: "No me llames en tu artículo Hottie -dice-, que define a alguien joven, bello y sexy (generalmente una chica). Yo no lo soy, aunque -se ríe- todavía no estoy nada mal para alguien que ha cumplido los ochenta años". La poeta hace una segunda advertencia. "Tampoco se te ocurra, por favor, utilizar la palabra beatnik, que fue inventada en los años 50 para hacernos parecer tontas y para asociarnos despectivamente con el sputnik ruso que acababa de ser lanzado al espacio".
Nacida en 1934 con el nombre de Hettie Cohen, fundó con LeRoi Jones la revista Yugen, donde publicaron de Kerouac, Ginsberg y Burroughs y la editorial Totem Press. Hoy es una poeta de gran prestigio, además de autora de obras para niños y adultos. Ayudó a la mujer de Bob Marley a escribir su biografía No woman no cry y explicó su experiencia en How I became Hettie Jones.
¿Cree que las mujeres del movimiento fueron relegadas?
Se ha de recordar cuál era la situación de las mujeres en los años 50. Después de la Segunda Guerra Mundial, las mujeres fueron enviadas a sus cocinas, a hacer niños y a cuidar la casa para los hombres que volvían del frente. Pocas mujeres trabajaban, apenas había mujeres profesionales, como abogadas o médicas, etcétera. De modo que las mujeres que estaban casadas o vinculadas a los beat eran tratadas "normalmente", es decir, que pocas de ellas eran tenidas en cuenta por su talento.
¿Qué otras mujeres poetas valora?
Primero me atrajeron las mujeres que yo conocía y que estaban escribiendo realmente bien entonces. Denise Levertov era mi autora preferida, Desde entonces ha habido muchas mujeres poetas que admiro: Lucille Clifton, Kay Ryan, Elizabeth Alexander (la poeta de la ceremonia inaugural del mandato de Barack Obama), Elizabeth Bishop, Maxine Kumin... Demasiadas para citarlas a todas.
¿Qué ideales de su juventud merecen la pena conservar hoy?
¡Ah, buena pregunta! En primer lugar, la independencia de las mujeres. Una vida de trabajo; es decir, respeto por el hecho de que las mujeres puedan pensar y usar sus mentes en cosas que vayan más allá de las tareas familiares. Muchos países europeos tienen servicios sociales para las familias que son de gran ayuda para las mujeres que tienen niños, así que los niños están cuidados y las mujeres pueden llegar a ser miembros productivos de la sociedad. Hoy sigue habiendo muchas diferencias respecto a las mujeres. Se espera de nosotras que contribuyamos a la cultura, pero estas expectativas no son siempre respaldadas y aún queda mucho por hacer. Como queda por hacer en la diferencia racial.
¿Qué fue el movimiento beat?
El movimiento beat fue sencillamente un grupo de escritores que empezaron a expresar su disgusto con la represión de los años 50 y la poesía que no era "de la gente", sino de las academias. Los poetas beat abrieron los ojos de la sociedad por medio de sus poemas. Hoy, como resultado de aquellos poetas, junto con otro número de poetas más inclusivo (raza y sexo), nosotros tenemos el spoken word, el hip hop, tenemos una idea mucho más abierta sobre la poesía y el arte. Yo creo que los beats empezaron un movimiento que aún sigue vivo. Todavía somos capaces de expresarnos a nosotros mismos en nuestro arte.
VIGENCIA "Los beats empezaron un movimiento que todavía sigue vivo"

miércoles, 14 de noviembre de 2018

Strange Mystery Flower - Nurse's Song (spanish subtitles)





Una nueva canción ha nacido estos días. Y esta vez es mi hermana Amparo quién se encarga de arropar con su delicada voz este brevísimo, evocador y misterioso poema de William Blake titulado "Nurse's Song“. Como curiosidad deciros que la canción surge en un parque de Colle di Val D'elsa, precioso pueblo de la Toscana mientras observaba a una señora cuidar a una pareja de niños que jugaban en los columpios. Al abrir el libro de Blake al azar este poema apareció delante de mí y la melodía surgió instantáneamente. Uno de los muchos momentos mágicos que tiene este querido proyecto:

Aguardo te guste. Aperta
Roger de Flor

miércoles, 7 de noviembre de 2018

poemança: 17out18 karlotti na folhinha poética

poemança: 17out18 Karlotti



Un gitano de ciencia (Gitanizate)

Constantin S. Nicolăescu-Plopşor  (Sălcuţa, Rumania, 20 de abril de 1900 – Craiova, 30 de mayo de 1968) fue un historiador, arqueólogo, antropólogo y etnógrafo, también conocido como escritor especialmente de libros infantiles y juveniles.
Sus diversas actividades se centraron principalmente en su región natal de Oltenia en Rumania.
Estuvo Interesado principalmente en el período prehistórico de los Balcanes. Investigó varios yacimientos del paleolítico, del mesolítico y del neolítico, situándolos en un contexto europeo más amplio mientras producía sus propios sistemas de cronología y tipología prehistóricas.
Sus principales contribuciones a la arqueología incluyen la clasificación de microlitos — artefactos líticos (piedrecicas, vaya) tallados intencionalmente por las y los seres humanos, de tamaño extremadamente pequeño, pero lo suficientemente elaborados como para no ser considerados desechos ni accidentes de talla— de Oltenia, el estudio de pinturas rupestres locales, el hallazgo y estudio de un fósil completo de mastodonte y la disputada afirmación de que un yacimiento en Tetoiu evidenció una contribución regional a la antropogénesis, es decir, al origen de la especie humana.

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En primer plano, vemos al Tío Constantin. Al fondo, se ve el yacimiento. 1928

El Tío Constantin  también fue político y activista por el bienestar del Pueblo Gitano en Rumanía. Efectivamente ¡siñaba caló! sas rrom! ¡era gitano!
Antes de la Segunda Guerra Mundial, fue uno de los líderes regionales de Oltenia dentro del movimiento político emergente de los Rroma y colaborador de algunos de los primeros periódicos en lengua romaní.
Su trabajo en la literatura rumana incluye colecciones de folclore rumano, colecciones de mitología romaní, así como relatos basados en anécdotas reales y en cuentos tradicionales.
Coleccionista activo de objetos tradicionales, también fue conocido por su actividad como museólogo ya que llegó a ser director del Museo de Oltenia en Craiova.
Poco después de ser nombrado profesor de historia en Pleniţa se centró en el trabajo de investigar, documentar y preservar pruebas sobre el pasado histórico de las aldeas de Oltenia. Estableció como su ambición personal un escrutinio arqueológico de toda la región, con el fin de descubrir “las huellas de los pueblos más antiguos que han habitado Oltenia”, una población que inicialmente creía que se había originado en Asia.
En 1922, el investigador se convirtió en director honorario del Museo de Oltenia, una institución regional fundada en 1915, y donde también fue conservador de la Sección de Arqueología y Folklore. La colección se basó principalmente en los objetos que había reunido durante sus muchas expediciones de campo.  Más tarde se involucró en la creación de una sucursal en Craiova de los Archivos Nacionales, sirviendo como su director.
Alrededor de 1923, comenzó a cavar en lugares elevados conocidos localmente como măguri (montículos), descubriendo esqueletos y restos de viviendas prehistóricas.
A principios de la década de 1930, su descubrimiento de microlitos en Carpen y Sălcuţa lo llevó a proponer la existencia de dos industrias arqueológicas mesolíticas  nativas de Oltenia, una teoría delineada por primera vez en el XV Congreso Internacional de Antropología.
Poco después de 1930, el Tío Constantin se unió a otros intelectuales gitanos —¡Qué fieras!— como Aurel Manolescu-Dolj —¡periodista!—, N. St. Ionescu —¡abogado!— y Marin I. Simion —¡poeta!—con quienes creó la primera organización romaní en Oltenia. Colaboró con la estructura tradicional de los bulibașas, líderes locales tradicionales, así como con la asociación nacional fundada por el Archimandrita Ortodoxo (sí, sí, hijicos, hay gitanos para todo, y un archimandrita es como el abad de un convento) Calinic Popp Şerboianu —por cierto, otro día hablaremos de este gitanico fundador del movimiento asociativo gitano rumano—.

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Reedición de sus colecciones de canciones y cuentos romaníes

Estuvo involucrado en la puesta en marcha y edición de los dos periódicos que publicaron Timpul—del cual se publicaron 70 números entre el 24 de septiembre de 1932 y el 8 de marzo de 1938, en la ciudad de Craiova— O Ròm, y en 1934 publicó dos colecciones bilingües romanó-rumano: una de letras de canciones, Ghileà romanè – Cântece ţigăneşti (“Canciones gitanas”); y otra de cuentos, Paramiseà romanè – Poveşti ţigăneşti (“Cuentos gitanos”).  Al hacerlo, se convirtió en parte de un movimiento cultural y político que abogaba por la emancipación  del Pueblo Gitano, la sustitución de la palabra rumana ţigan (el equivalente de “gitano” pero que en Rumania es un sinónimo de esclavo) por rom, así como por la modernización de la sociedad y la cultura romaníes.
Personalmente apoyó hacer del romanó un idioma para el servicio de la iglesia ortodoxa, para decir misa, en ciertas comunidades, y fue uno de los primeros en proponer su introducción en el currículo escolar.
Eventualmente, el Tío Constantin se unió al Partido Liberal Nacional-Brătianu, una división del derechista Partido Nacional Liberal, y se presentó como candidato en las elecciones de 1934 para el Consejo del Condado de Dolj.
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El Tío Constantin alcanzó prominencia académica después de la Segunda Guerra Mundial.
En 1946, fue nombrado director completo del Museo de Oltenia, ocupando el cargo hasta 1952.
Fue nombrado miembro correspondiente de la Academia Rumana en 1963.
Tras los descubrimientos posteriores a 1950 de restos humanos y choppers o guijarros tallados del Paleolítico en las localidades de Bugiuleşti y Valea lui Grăunceanu  así como en otras zonas del norte de Oltenia y Muntenia, el Tío Constantin se convirtió en uno de los principales participantes en el descubrimiento y análisis de yacimientos arqueológicos abiertos  encabezando personalmente tales excavaciones después de 1960, y trabajando junto con su hijo Dardu Nicolăescu-Plopşor
Afirmó haber descubierto huesos de Australopithecus y argumentó que estos homínidos se dedicaban a trabajos conscientes.
Otro foco de su trabajo fue la presencia de neandertales en Bordul Mare, donde personalmente descubrió rastros de habitación tras realizar una expedición en 1954.
Después de la Revolución de 1989 y el final del comunismo, Sălcuţa, su ciudad natal, eligió un escudo para ser representada que incluye una pluma dorada y un tintero en su honor. Así mismo, la escuela secundaria industrial en Pleniţa lleva su nombre al igual que una calle en Craiova.
Por otra parte, en 1999, la Academia Rumana y la Universidad de Craiova crearon el Instituto de Investigación Sociohumano CS Nicolăescu-Plopşor, que publica un anuario de estudios interdisciplinares y en el Museo de Oltenia se conservan sus manuscritos y obras publicadas, así como su correspondencia con intelectuales.
Busto
El busto del Tío Constantin fue erigido en un lugar de honor, en el centro de Craiova, en el parque de personalidades cerca del Teatro Marin Sorescu.
La anécdota más curiosa para mí es que este gitanico descubrió un mastodonte (Anancus arvernensis) completo. Este importante descubrimiento fue informado por C. N. Plopsor en un artículo publicado en Archives of Oltenia, n. ° 34, noviembre-diciembre de 1937.