Por CAMINO SAYAGO
David de Dorian es consciente de la complejidad que entraña trasladar a la poesía temas tan escabrosos como el suicidio. Una actitud honesta y el efecto reparador de la música le han ayudado a emprender el viaje “Nocturno Canto del Edén”, su segundo poemario que presenta este viernes 16 de mayo en la Librería Alejandría y el Bar Belmoldo de la capital leonesa. El poeta madrileño está sorprendido por la predisposición tan positiva en esta ciudad hacia un parcela tan minoritaria.
“Nocturno Canto del Edén” es tu segundo poemario después de Nanas de Ciencia Ficción, publicado el pasado año. Después del primero, los miedos desaparecen y parece que cuesta menos mostrar la obra al lector… ¿te ha ocurrido?
- Lo que me ha ocurrido es justo lo contrario. Nunca hubo miedo con los primeros trabajos que publiqué, y cuando mucho después apareció “Nanas de Ciencia Ficción” no hubo temblores; tampoco había pretensiones. Sin embargo, con Nocturno ha sido diferente. Este libro llevaba tres años guardado en un cajón, no hubo posibilidad de publicarlo, pero siempre dudé de cualquier recepción positiva y de la comprensión necesaria para abordar lo que contiene. Ahora que sale a la luz siento algo de respeto, porque, aunque todos hemos experimentado el dolor de una u otra forma, hay que hacer un ejercicio de empatía para poder acercarse al personaje del libro. De lo que no tengo duda es que este es el momento de mostrarlo.
- Ambas obras son oscuras, se adentran en terrenos sombríos, muy complejos y con muchas aristas… la depresión, el suicidio… y asola, un poco, la melancolía que se desprende de los versos… un halo de amargura que no tiene que ir unido inexorablemente a determinada tendencia poética pero sí a la voz del que escribe… ¿Cuánto tiene del poeta y cuánto de David de Dorian?
- Separar uno de otro sería poco honesto y, en mi opinión, dejaría de ser poesía para convertirse en un pastiche. Yo soy David de Dorian, los calificativos que puedan asignarme detrás de eso cuando emprendo cualquier creación no me parecen relevantes para explicar mi trabajo. La voz suele ser incómoda.
- Heredera del romanticismo en los temas que afronta, tu obra es muy intimista y a veces algo egocéntrica, hasta el punto de desvelar el yo sin maquillaje. ¿Cómo surge ese impulso por desvelar lo que se siente y que luego corra por el papel?
- Siempre ha habido algo incluso físico que me empujaba a ello. En este caso, di con la canción perfecta, apreté al “repeat” y tiré. Creo que se hizo necesario una especie de exorcismo. Hay mucho de visceralidad en el Nocturno. Si las reflexiones y los sentimientos entran en batalla yendo a cien por hora por tu cabeza, más vale que tengas papel y tinta a mano y te centres. La poesía es también un acto de supervivencia.
En cuanto a la temática, la depresión y sus consecuencias, el suicidio, no creo que hoy pueda negarse su actualidad. Tal vez deberíamos reflexionar sobre la percepción que tenemos de ciertos temas universales como el abatimiento y sus derivados, que a su vez son producto en gran medida de un tipo de sociedad; que pueda sonar a romántico indica lo alejados que nos encontramos de nuestra esencia individual y colectiva hoy en día, o quizá lo despistados que estamos. Hay motivos suficientes para enfrentarse a cualquier obra que hable de forma honesta sobre estos temas, sobre la realidad más corrosiva, y para escribir de esa manera y ser veraz con el asunto me resultaba necesario prescindir de cualquier tipo de maquillaje, porque la experiencia es una musa muy sabia y no necesita cosmética.
- A pesar de la crudeza de los temas del poemario, prefieres adentrarte en la muerte, la locura, la pérdida, con la compañía de un arma infalible: la música, a la que otorgas un papel redentor. Se dice que apacigua a las bestias, ¿También amortigua el dolor del alma del que hablas o sólo es una aliada estética?
- El que dijo que la música amansa a las fieras no conocía el dúo Hitler-Wagner. La música tiene un doble filo, es un catalizador de emociones muy potente. También ejerce un papel mortificante y es un resorte de la memoria y, por ende, del dolor. En el poemario existe una lucha continua entre ambos filos. Pero no solo la música, sino cualquier manifestación artística, como la poesía, apacigua esa angustia, tiene el poder de desviarla y dar alivio. Y todo esto es uno de los sentidos del libro.
Desde muy pequeño tengo una relación muy estrecha, casi enfermiza, con la música, y todo ha sido “por” y “a través” de la música. La poesía no es una excepción. Por otra parte, además de no encontrar una frontera definible entre las letras de muchos músicos y la poesía, la historia de la música pop está sobrada de ejemplos que reflejan esta temática, y ha sido una de mis inspiraciones más directas, tanto para el Nocturno como para todo lo demás. La música siempre ha sido para mí el arte total, el vehículo más cómodo a través del que expresarme y el mejor psicólogo del mudo.
- Tu interés por la música se traduce hasta en un programa: “Delorean Exprés”…
- Fue uno de los experimentos que he llevado a cabo en los últimos tiempos. Me gusta el mundo de la radio. Con “Delorean Exprés” añadía a la música pop mi entusiasmo por la historia y otras disciplinas. Presentaba canciones que introducía en su contexto artístico, social, cultural, económico y político. Siempre he pensado que el Pop es una gran fuente de enseñanza. Hay una gran cantidad de canciones y discos de los que se puede extraer mucho; también sobre literatura, por supuesto. Me encantaría tener la oportunidad de retomarlo de manera consistente. Ahora hago algo parecido escribiendo artículos en el blog que llevo desde hace unos meses, Rock’n’Blog Suicide. Perdón por la licencia, Bowie.
- Han comparado tu obra con la del recién desaparecido Leopoldo María Panero e incluso con la de Rilke, dos grandes poetas ¿La compartes?
- ¿Referencias? No sé, podría haber algún punto en común, como con muchos grupos musicales del post-punk, por ejemplo.
- Fundaste la editorial independiente Nanas Ediciones Clandestinas, para publicar los trabajos de distintos poetas y escritores, ¿Qué momento vive la creación poética?
- Así es, y fue una aventura que ya terminó. Hay más gente haciendo versos que lectores de poesía, imagínate. Desde el punto de vista creativo no deja lugar a dudas, es una auténtica blitzkrieg poética, se reproducen como Gremlins. ¡Que nadie los dé de comer después de las doce!
- ¿Qué proyectos tienes a corta distancia?
- Antes de que termine el año tengo pensado publicar un nuevo poemario y presentar el próximo otoño un trabajo de fotografía y textos poéticos junto a Iñaki Luis, que ha producido el booktrailer de “Nocturno canto del Edén”, un proyecto crítico que bautizamos hace ya algunos meses. Eh, si alguien tiene alguna propuesta, yo encantado.
- Rafael Saravia será el encargado de presentar tu poemario el próximo 16 de mayo en la Librería Alejandría. Y a continuación un recital en el Bar Belmondo. Parece que hay buen rollo entre los poetas….
- Estoy francamente sorprendido con lo que pasa en León con la poesía. De verdad importa la cultura y hay mucho material humano; no me refiero a poetas, sino a actitud. El entusiasmo de Magali Labarta ha sido clave, y tanto Rafael como Yago Belmondo están realizando una labor encomiable. Voy con muchas ganas de conocer más de cerca todo el panorama. Es un lujo para mí que Rafael presente oficialmente “Nocturno canto del Edén” en esta ciudad a la que llegué por un bello azar, y en ese espacio, con ese nombre y rodeado de libros. Y en el Belmondo, donde no solo habrá recital, sino que presentaremos el booktrailer y disfrutaremos de micro abierto para que recite quien lo desee, espero estar como en casa, porque no puede pasarme inadvertido Godard y Serge Gainsbourg, Cure y Smiths por las paredes. Promete.
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