El poeta Luis Santana (Medina del Campo, 1957) presentará en la Fundación Segundo y Santiago Montes, en Valladolid (calle Núñez de Arce, 9), su último poemario, Carta no enviada (Ediciones Vitruvio). El acto tendrá lugar el viernes, 28 de marzo, a las ocho de la tarde. Acompañará al autor la poeta Olvido García Valdés.
Con este libro, Luis Santa rompe el silencio poético que mantenía desde 1999 y muestra “a un poeta sutil como pocos, certero, que busca en la brevedad un espacio grane donde exponer una visión del mundo de la naturaleza llena de sensibilidad”.
Santana, que vive en Valladolid y trabaja con la compañía Teatro Corsario, es autor de los libros de poesíaMirador, Una lengua extraña y Sombra mínima. Traductor del catalán para varias editoriales, también es autor de la novela Al final ni nos despedimos.
: : Dos poemas de Luis Santana
Carta no enviada
Agua caliente, agua afilada
en el cuarto náufrago
sin desgracia
—no hay mundo devastado
tras la puerta—.
en el cuarto náufrago
sin desgracia
—no hay mundo devastado
tras la puerta—.
Es mi fuga:
un cable de luz
da testimonio
de la audacia.
un cable de luz
da testimonio
de la audacia.
Fuera, lo temible,
el encendido ojo
del heterodino,
cono mágico que cerca de verde las noches;
el suelo de la muerta.
el encendido ojo
del heterodino,
cono mágico que cerca de verde las noches;
el suelo de la muerta.
En su letra
lo terrible es más
terrible, más preciso.
lo terrible es más
terrible, más preciso.
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De puro blanco
Amas la nieve que sólo conoces
en los pétalos acumulados del cerezo
en los pétalos acumulados del cerezo
Ojo de carbón en la blanca gorguera,
brillo dividido en la memoria de los brazos
brillo dividido en la memoria de los brazos
No hay humo, no hay voz
alzándose como un resucitado
en las horas de la sombra.
alzándose como un resucitado
en las horas de la sombra.
Vendrá la nieve
y tendrá tu nombre,
corteza de nata en los vasos.
y tendrá tu nombre,
corteza de nata en los vasos.
(Del libro “Carta no enviada”)
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“Es ésta, en verdad, una lengua no natural que brota sólo de una actitud, que exige un método y unailuminación y que consigue crear un mundo transparente, es decir, peligroso. Dos rasgos parecen definir esa actitud de carácter ascético: por un lado, distanciamiento, pasividad, y, por otro y a la vez, una extremada forma de atención. Ése es el modo de oír, de ver en las palabras otras palabras, otras cosas. (…) No se trataría tanto de encontrar el sentido como de dejarse encontrar por el sentido”.
(Del épilogo de Sombra mínima. Olvido García Valdés)
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Más información:
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- Luis Santana: «He escrito poemas casi miligrámicos por su brevedad», por Virginia T. Fernándezen El Norte de Castilla
- Luis Santana presenta su novela “Al final ni nos despedimos”, por Laura Fraile en últimoCero.com
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