jueves, 11 de septiembre de 2014

Epitafio para Nueva York, de ADONIS

Epitafio para Nueva York | FronteraD



Epitafio para Nueva York

Adonis - 11-09-2014


I


Hasta ahora hemos dibujado la Tierra como una pera.
                                   Es decir, como un pecho.
Pero entre el pecho y la Tierra
no hay más que un artificio de ingeniería:
                                               NUEVA YORK,
cultura con cuatro patas. Cada distrito es un crimen
y un camino hacia el crimen.
En la distancia
entre uno y otro, el lamento de los ahogados.








NUEVA YORK,
mujer, estatua de mujer
que alza en una mano un harapo llamado libertad,
una hoja de papel que llamamos historia,
mientras con la otra estrangula a una niña
cuyo nombre es Tierra.









NUEVA YORK,
cuerpo color de asfalto. Cinturón húmedo le ciñe las caderas,
        ventana cerrada su rostro… Me dije: Walt Whitman
        podrá abrirla —“Yo pronuncio la palabra prístina”—.[1]
        Pero esa palabra no la escuchó más que un dios que ya no está
        en su lugar de siempre. Los encarcelados, los esclavos, los
        desesperados, los ladrones, los enfermos salen a borbotones de su garganta sin canal ni boca. Grité: ¡Puente de Brooklyn! Pero ése es el puente que une a Whitman con Wall Street,
        a la hoja de hierba con la hoja de papel del dólar...







NUEVA YORK / HARLEM
¿Quién viene en guillotina de seda, quién va en ataúd a lo largo del Hudson?
¡Derrámate, ritual del llanto! ¡Cicatrizad, cosas
de la pena y el cansancio! Rosas, jazmines, lo azul, lo amarillo y la luz afilan sus agujas y en la punzada nace el sol. ¿Ardiste, ay, herida oculta entre muslo y muslo? ¿Llegó a ti el ave de la muerte y escuchaste el último estertor? Una soga y el cuello trenzan la tristeza. En la sangre, la hiel del tiempo...









NUEVA YORK / MADISON / PARK AVENUE / HARLEM
El ocio imita al trabajo, el trabajo imita al ocio. Los corazones están hinchados como
        esponjas y las manos, llenas de aire como cañas. De los cubos de basura y las         máscaras del
        Empire State, la historia levanta olores que se prenden de latas de conserva, latas:
            No es ciega la mirada, sino el rostro.
            No son yermas las palabras, sino la lengua.









NUEVA YORK / WALL STREET / 125th STREET / FIFTH AVENUE
Un espectro en forma de medusa se alza entre hombro y hombro. Mercado de esclavos        de todas las razas. Los hombres viven como plantas de invernadero. Miserables        invisibles que penetran como el polvo en la trama del espacio, víctimas de la sífilis:
            El sol es un cortejo fúnebre.
            El día es un atabal negro.




Con estos poemas arranca el libro Epitafio para Nueva York, que acaba de publicar la editorial Nórdica, traducido por Federico Arbós. Escrito en 1971, en sus páginas están muy presentes Walt Whitman y García Lorca. Acompañan a este libro los poemas ‘Garganta de piel roja’ y ‘Paseo por Harlem’, escritos respectivamente en Princeton y Nueva York en 1996 y 1997.




Adonis (Al Qassabin, Siria, 1930) es el seudónimo de Ali Áhmed Saíd Ésber, uno de los principales escritores árabes contemporáneos. Nacido en la región litoral de Lataquía, antigua Laodicea grecorromana del norte de Siria, estudió letras en la Universidad de Damasco y fue encarcelado en 1954 por sus actividades políticas. Dos años después se estableció en Beirut y adoptó la nacionalidad libanesa. Permaneció en la ciudad durante la guerra civil y el asedio israelí. Desde 1985 vive en París. Entre sus obras destacan Canciones de Mihyar el de Damasco (1961), Libro de las huidas y mudanzas por los climas del día y de la noche (1965) y los tres tomos de El libro(1995-2002)

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