Eduardo Fraile Valles publica ‘In memoriam’, el sexto poemario de su serie ‘Apuntes del natural’ | Tam-Tam Press
Eduardo Fraile, autor de `In memoriam´. © Foto: L. Fraile.
Ilustrado por África Bayón, el libro se presentará este sábado 13 de diciembre, al mediodía, en el Salón de Audiovisuales del colegio La Salle (Valladolid), centro del que fue alumno el editor y poeta vallisoletano.
Asegura que no es una persona metódica y que le gusta escribir con pluma en cuadernos grandes que acaba llenando de tachaduras. Últimamente ha leído con insistencia a Bukowski y no tiene ordenador. En su lugar usa una de sus cincuenta máquinas de escribir, objetos que en su mayoría han sido adquiridos en el mercado del Rastro de Madrid, su ciudad de origen. Eduardo Fraile Valles, que desde el año 2001 viene compaginando la tarea de escritor con la de editor, acaba de publicar `In memoriam´, un poemario en el que, según indica, se adentra una vez más en la “búsqueda del tiempo perdido”.
Una treintena de poemas componen este libro. Tres de ellos han sido dedicados a Mª Nieves, su madre. “Ella murió en el año 2006. El título de esta obra coincide con uno de los poemas que escribí para ella, que para mí es el más emocionante. En él hablo del recuerdo de una noche de verano en la que tecleaba con mi máquina de escribir, aunque con miedo de despertarla. En otro, al que he llamado La voz la hacen las aguas, escribo sobre un refrán que ella solía decir a menudo. El tercer poema que le he dedicado a mi madre es La dolorosa luz. En él recupero la imagen de una de mis llegadas a Castrodeza en autobús, momento en el que ella solía esperarme en la puerta de su casa”, explica Eduardo Fraile.
Según indica, este poemario ofrece un ejercicio de memoria nutrido fundamentalmente por el rescate de los recuerdos de sus tres infancias: la de Madrid, Valladolid y Castrodeza. De ellos van emergiendo personas como
Severo San José, que era un chico manco que perdió el brazo por culpa de un cable de alta tensión, o Félix `Guayas´, uno de esos habituales de los bares. Su apodo, por cierto, tiene una curiosa historia. Resulta que este hombre acostumbraba a entrar en los establecimientos al grito de “guayas, guayas”, una versión bastante particular del título de la canción
`Voyage, voyage´, de Desireless, que debido a sus problemas con el inglés él acabó reconvirtiendo en otra cosa. “Él era una de esas personas que al principio caían simpáticas, pero a las que con el tiempo acababan echando de los bares”, apunta Eduardo sobre Félix.
Otro de los protagonistas de este poemario es el Hermano Honorio. “Él tuvo una gran influencia sobre mí. Fue el responsable de mi pasión por las artes gráficas y la persona que me enseñó la primera metáfora que aprendí: el río es un camino que anda. Nos hacía usar los rotuladores de colores en todo lo que hacíamos. De hecho, en parte por ello acabé siendo rotulista para la Seminci durante siete años”, recuerda Fraile sobre este profesor de La Salle. Este centro educativo, por cierto, ha sido elegido por este autor para presentar su último poemario. La cita será el próximo sábado 13 de diciembre, a las 12:30 horas, en el Salón de Audiovisuales del colegio vallisoletano (se podrá acceder hasta el mismo por el patio -c/Santuario 7-). En el acto estarán presentes, además de Eduardo, el novelista Óscar Esquivias y África Bayón.
Una de las ilustraciones realizadas por África Bayón (Bulgarcita Pingos) para el libro.
África Bayón, más conocida como
Bulgarcita Pingos, es la responsable de las ilustraciones incluidas en este poemario. “Hemos tenido una feliz coincidencia en el tono del libro. Su trabajo está caracterizado por la minuciosidad y la delicadeza.
Sus ilustraciones están hechas con piezas de tela cosidas. Esto se parece a mi modo de escribir, aunque en mi caso he cosido trozitos de tiempo“, indica este poeta.
La primera fusión del trabajo de África Bayón con el de Eduardo Fraile se produjo a raíz de su libro `La chica de la bolsa de peces de colores´ (Visor, 2008). En aquel momento ella tejió una colección de camisetas inspiradas en los poemas de este libro que fueron mostradas al público durante un desfile que se realizó en el Aula Triste del Palacio de Santa Cruz. Tres años más tarde, con la publicación de su libro `Y de mí sé decir…´ (Tansonville, 2011), África se convirtió en la ilustradora que acompañó a poemas como `Paseando con Trosky´, `Vidas ejemplares´, `7 de febrero de 1953´, `Hace cuánto que no´ o `La canción más bella y triste del mundo´.
Los versos de `In memoriam´, escritos del 2009 al 2011, se caracterizan por su tono melancólico. “Ha sido una manera de echar la vista atrás y de rescatar el tiempo para revivirlo. También hay ironía y humor, que son ingredientes inseparables de la nostalgia“, asegura Fraile. Parte de esta memoria se muestra en poemas como `Aquel patio escolar´, en el que Eduardo recupera la imagen de un espacio para el juego que ahora se ha convertido en un parking subterráneo.
`In memoriam´ es la sexta obra de una serie llamada `Apuntes del natural´ en la que se incluyen poemarios como `Quién mató a Kennedy y por qué´, `La chica de la bolsa de peces de colores´, `Y de mí sé decir…´, `Ícaro & Co.´ y `Retrato de la soledad´. “En ellos he encontrado una voz más natural, menos retórica, más directa, más narrativa. Son libros fáciles de leer, incluso para gente que no esté familiarizada con la poesía. La serie la cerraré con el poemario Perlas ensangrentadas, cuyo título es un homenaje a la canción de Alaska. Lo publicaré hacia el 2015 o 2016″, adelanta Eduardo, un autor que actualmente compagina su trayectoria poética con la edición. En el año 2001 creó Ediciones Tansonville, un proyecto editorial con el que por el momento ha publicado una veintena de títulos que aparecen repartidos en tres colecciones: Gran Hotel de Balbec, Gilberta Swann y Tansonville.El próximo autor de su catálogo será Pedro Casariego, del que ya ha editado cinco obras: `La canción de Van Horne´, `Maquillaje´, `La voz de Mallick´, `El hidroavión de K.´ y `La risa de Dios. Le rire de Dieu. God´s laughter´.
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