sábado, 21 de noviembre de 2009

desde pucela con amor


mete el dedo y lame con los ojos

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Las Cartas a Lesbia es un poemario escrito por Clemente de Pablos Miguel (Segovia, 1970), que ha sido editado por Editorial AZUL de Valladolid.
En su dedicatoria se afirma que “En un mundo sin corazón la poesía debe escribirse con las tripas”. El texto, calificado por su autor como “Poesía Punk”, ha utilizado de la escritura automática para reflejar la rabia del desamor y del deseo no correspondido.
Asimismo, en su inicio aparecen tres citas: el Manifiesto Surrealista de André Bretón que explica el método de la escritura automática, un fragmento de Los Rubbaiyat de Omar Khayyam que expresa como el deseo y las drogas son el último reducto del ser humano sin esperanza y la frase que en 1976 los Sex Pistols pusieron en su tarjeta de visita, “Cualquiera puede hacerlo”, negando la importancia de cualquier hecho artístico y democratizando la cultura.

Asistimos en la moda, en la imagen y –muy especialmente- en la literatura a una reivindicación del movimiento Punk, como estética más idónea para un mundo en crisis. La trilogía de Millenium o el libro Deseo de ser punk, ahondan en esta reivindicación de una libertad artística plena y sin ataduras, a la que se une una estética de dolor y muerte, que ha acompañado al ser
humano en las épocas más sombrías de su historia.

Los poemas de Las Cartas a Lesbia aparecen de forma cronológica según fueron escritos, por lo que el lector sagaz podrá descubrir sin problemas como el autor gana en dominio en el ejercicio de la escritura automática. Los últimos nueve poemas, separados del resto en un capítulo aparte, están dedicados a las nueve musas del mundo antiguo y ya no utilizan la escritura automática, siendo una especie de tributo redentor que paga el poeta tras escribir entre los brazos de la más terrible pesadilla.

La presente obra supone un ejercicio literario al margen de su estilo habitual, tanto en prosa como en poesía. Un giro lleno de furia que pretende reivindicar la existencia de una poesía punk. Para el autor -que llegó a impartir varios seminarios en la Universidad de Valladolid de Historia y estética del punk- este movimiento es más vanguardista que el Dadá, más autodestructivo y apasionado que el Romanticismo, más lleno de nausea que la Crisis del siglo XV, más genital y provocador que la herejía de los Hermanos del Libre Espiritu.
Humor, ironía, cinismo. Rabia, agresividad, odio. Las pasiones se mueven a su antojo mostrando una poesía que puede gustar u horrorizar, pero que no deja indiferente, y que desde luego está llena de una sinceridad olvidada..

Lucía dijo...

Compré el libro, y realmente lo recomiendo. Es lo mejor que he leído en mucho tiempo. Altamente recomendable.